Bahrain 2015: ¡Quitadme ese Ferrari de ahí!

... Esas palabras debieron de pasar por la mente de Alonso, aunque no las dijo. Se limitó a desdoblarse de Kimi, aprovechando las gomas frescas y la mejor virtud del McLaren: la estabilidad en curva. Poco más que anecdótico para la historia de la carrera, el momento habla sin embargo de otro paso adelante en el rendimiento del McLaren y, sobre todo, de la confianza que Alonso comienza a tener en su MP4-30.

También a Rosberg debieron de darle ganas de gritar más de una vez por la radio que le quitasen a ese Ferrari de ahí. Se pasó el Gran Premio adelantando coches rojos. El alemán hizo saltar chispas, en sentido literal y figurado, con sus pasadas al límite y reiteradas a Kimi y Vettel. Resultó un placer ver a Nico de nuevo con el cuchillo entre los dientes, implacable, decidido a evitar otro paseo de Hamilton.

A Kimi también le estorbó algún que otro Ferrari. El finlandés destapó el tarro de las esencias en la cálida noche del desierto. Sacó un ritmo brutal de sus neumáticos medios en la segunda parte de la carrera. Hasta el punto de rodar más rápido que los Mercedes con los blandos. El buen hacer de Kimi, sirvió también para resaltar los fallos y el pobre rendimiento de Vettel. Ahora que no tiene un Red Bull dominante y un chasis que lo perdona todo, las malas elecciones de reglajes y los errores de novato saltan a la vista y se pagan caros. Tras múltiples errores en frenadas y trazadas, en los últimos compases de la carrera, Vettel terminó por salirse de la pista y dañó el alerón delantero. Con la parada extra en boxes para cambiarlo puso la puntilla a su fin de semana mediocre.

A Massa le estorbaron los Ferrari, los Lotus, los Sauber, el McLaren y toda la parrilla. Obligado a salir desde el pit lane por un fallo eléctrico de última hora, el brasileño añadió emoción extra a la carrera con su remontada y, en particular, con los duelos reiterados con su compatriota, el novato Nasr.

El final resultó dramático y acorde con las chispas que saltaron durante toda la carrera. La presión de Rosberg “forzó” el error que le costó a Vettel la segunda posición. Y la tercera. Y la cuarta... A dos vueltas del final, los frenos de Rosberg dijeron basta. Kimi aprovechó la oportunidad y se lanzó a por Hamilton. Con el ritmo que llevaba, dudo que le hubiese hecho falta la ayuda para quitarles las pegatinas a su compañero y a Rosberg; pero el tiempo ahorrado le dio la oportunidad de amenazar a Hamilton. El mandamás de Mercedes, Toto Wolff, confesó tras la carrera que los frenos de Hamilton también se esfumaron en la última curva. Una vuelta más, y la victoria hubiese ido al palmarés de Kimi.

En la última curva también reventó el Renault de Ricciardo. Tras su estela humeante cruzaron la meta anónimos Grosjean y Pérez. Les siguieron Kvyat y Massa, que pobre premio llevaron —dos y un puntos— para tanta pelea. Menos premio aún recogió Alonso, quien en la última parte de la carrera, con un juego de blandos, no sólo se desdobló de Kimi, sino que hizo buenas las crecientes virtudes del McLaren y se quitó de en medio a Nars, Hülkenberg, Erikson y a un Maldonado que nunca defrauda en las últimas vueltas. Fernando terminó undécimo, a escasos segundos de Massa, acariciando los puntos.

El fin de semana que viene, la Fórmula 1 regresa al viejo continente. McLaren-Honda ha anunciado su primer gran paquete de mejoras para la siguiente carrera. Si todo funciona como esperan, y tienen un fin de semana libre de infortunios, bien podríamos celebrar los primeros puntos de Alonso para la leyenda de McLaren-Honda. Y qué mejor lugar que Montmeló...


Imagen: basada en un original de McLaren.com.

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