Monza 2015: Herido de muerte

Voy a tener que escribirlo otra vez, y no me parece buena señal. Cuando el interés de una carrera proviene de los errores de los pilotos y de las desgracias mecánicas, en vez de de los aciertos y la genialidad, más que Formula 1, lo que vemos se asemeja a la lotería más sofisticada del mundo.

Mercedes trajo a Italia su nueva evolución de motor —maldita la falta que le hacía a este deporte que Mercedes tenga más potencia— para darles un guantazo en la cara y en casa a Ferrari. Y así lo hicieron. De poco sirvieron la evolución de motor que, como acostumbra, trajo Ferrari para delitar a los tifosi, ni el teatro y las triquiñuelas de los comisarios para intentar arrebatarle la victoria a Hamilton in extremis.

Hamilton se hizo un Vettel —pole, vuelta rápida y píllame si puedes— y Vettel no pudo hacer nada. Otra victoria clara y dominante para el inglés, que se benefició de la segunda rotura de motor de Rosberg en el fin de semana. Ya castigado en Spa, el motor de Nico exhaló su último aliento a dos vueltas del final, cuando tenía a tiro a Vettel para arrebatarle el segundo puesto. Consecuencia: podio de consolación para Ferrari y Hamilton se pone a 58 puntos en el campeonato; para darle emoción.

Con un Mercedes fuera, y el otro Ferrari tratando de remontar, el tercer escalón de podio le llovió a Massa. Por los pelos; una vuelta más y Bottas le hubiese comido la tostada. El brasileño se benefició de una estrategia  — que no funcionó — para defenderse del undercut de Rosberg. Esto le dio la ventaja suficiente para mantener a Bottas a raya el resto de la carrera.

¿Qué pasó con Kimi? Sólo él lo sabe. Después de un sábado brillante, el domingo se quedo clavado en la salida. Pasó de potencial amenaza al dominio de Mercedes a tener que hace otra remontada marca de la casa. Él, junto con los Red Bull y Toro Rosso  —relegados al final de la parrilla por cambios de motor— , tuvieron que encargarse de ponerle la emoción a la carrera. Ricciardo llegó hasta el octavo puesto y Kvyat hasta el décimo; dejando a un brillante Erikson entre ambos. Los siguieron Sainz y Verstappen, quienes tuvieron sus más y sus menos con media parrilla. Verstappen con su estilo irreverente y Sainz a la chita callando y quedando de nuevo por delante del holandés.

McLaren hizo lo que pudo para pasar el mal trago. El motor Honda quizá tenga más potencia que el Renault, pero desde luego no durante más tiempo… Miento, los Honda aguantaron más. Grosjean y Maldonado volvieron a abandonar a las primeras de cambio. Por méritos propios el venezolano y por mala fortuna el francés. Decía, que McLaren-Honda hizo lo que pudo para sobrevivir su circuito menos favorable de la temporada. Les dieron a Button y Alonso estrategias opuestas  — neumáticos rápidos para el inglés al principio y para el asturiano al final — . Hubiese resultado interesante ver el duelo entre ambos cuando Alonso alcanzó a Button en los últimos compases; pero el motor del número 14 empezó a hacer extraños y prefirieron una retirada a tiempo a romper un motor nuevo.

El punto surrealista lo pusieron los comisarios. Tan surrealista, que me tengo que inventar una conspiranoia para encontrar una explicación más plausible que la oficial. ¿A qué vino la parida de las presiones de los neumáticos de los Mercedes? No me puedo creer que los comisarios y la gente de Pirelli no tengan calculadas las presiones correspondientes a diversas temperaturas y volúmenes de los neumáticos  —termodinámica de primero— . Además, si se trataba de una cuestión de seguridad, ¿por qué les dejaron empezar la carrera sabiendo que los neumáticos tenían presiones “peligrosas”? O quizá se trató de un toque dramático. Ante la amenazada de una penalización, ordenaron a Hamilton a forzar el ritmo en las últimas vueltas para abrir el mayor hueco posible, arriesgándose a cometer un error. ¿Quien se hubiese beneficiado del error? Pues el que rodaba segundo: Sebastian Vettel. Quien, qué casualidad, pilotaba un Ferrari, en Monza, Italia, a escasos kilómetros de Maranello y rodeado de tifosi enardecidos… Ahí lo dejo… Ya no saben que hacer para darle emoción a un campeonato herido de muerte.

Siguiente parada: la noche de Singapur. Donde veintitrés curvas y escasas rectas deberían de hacer las delicias del chasis McLaren y darle un respiro al motor Honda. En teoría, junto con Mónaco y Hungría, se trata de uno de los circuitos más favorables para los de Woking y uno donde Alonso suele firmar carreras épicas. ¿Habrá puntos?


Imagen: Editada a partir de un original de McLaren.com.

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